Las neurociencias y el liderazgo

(o siendo líderes, cómo “jijos” parecerlo)

Autor: Juan Carlos Flores Merino
Las neurociencias y el liderazgo​
Si lo pensamos bien, los seres humanos somos entes biológicos que funcionan con base en la química y la electricidad y por lo mismo, pudiéramos de manera muy general decir que somos lo suficientemente predecibles como para tomar en cuenta aspectos generales para aplicarlos de manera práctica. Nuestros comportamientos llegan a ser en ocasiones fácilmente provocados, a tal grado que podemos “hacer” que otras personas reacciones de la forma que queremos. Si no, les pido que recuerden una frase muy común que seguramente han escuchado o dicho: “Mira cómo lo hago enojar”. Viéndolo de manera positiva, podemos utilizar varias estrategias para “provocar“ un liderazgo efectivo a través de la aplicación de diferentes recomendaciones. Desde la perspectiva de las neurociencias, un/a líder puede aprovechar el conocimiento sobre cómo funciona el cerebro para crear un ambiente de trabajo productivo y motivador. Una o un líder efectivo, desde esta perspectiva, es aquel que entiende cómo diseñar entornos y experiencias que optimicen el funcionamiento cerebral de su equipo. Esto incluye:
  • Crear un balance entre desafío y apoyo.
  • Fomentar conexiones sociales significativas.
  • Minimizar las amenazas y maximizar las recompensas.
  • Promover un sentido de propósito y autonomía.
En general, la idea es no ser vistos como la o el depredador, sino como alguien a quien seguir, y ver al equipo (clan, manda o familia) como un grupo al que pertenecemos y donde estamos seguros. Aquí algunas recomendaciones:
  1. Mantén contacto visual y escucha activamente Mira a los ojos cuando hablas con los miembros de tu equipo y demuestra interés en lo que dicen. Esto fortalece los lazos emocionales y fomenta un ambiente de confianza. El contacto visual y la escucha activa estimulan la liberación de oxitocina, la hormona de las relaciones, la confianza y la conexión social.
  2. Llama a las personas por su nombre y reconoce sus logros Usa el nombre de cada persona al dirigirte a ellos y reconoce sus contribuciones de manera específica y sincera. Escuchar nuestro nombre activa áreas del cerebro asociadas con la recompensa y la identidad de la persona. Además, el ser reconocido libera serotonina, que promueve sentimientos de bienestar y autoestima.
  3. Fomenta un ambiente seguro y libre de amenazas No critiques o regañes ni en privado ni públicamente. Fomenta la transparencia y crea un espacio donde los errores sean vistos como oportunidades de aprendizaje. El cerebro requiere entornos libres de violencia y amenazas. Cuando las personas se sienten amenazadas, se activa la amígdala (centro del miedo), lo que reduce la capacidad para pensar y crear.
  4. Promueve la autonomía y el empoderamiento Ayuda a la gente a que sean dueños de sus funciones. Delega responsabilidades y permite que los miembros del equipo tomen decisiones sobre su trabajo. Dar autonomía activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina, que está asociada con la motivación y la satisfacción.
  5. Comunica claramente los objetivos y el propósito Explica cómo el trabajo de cada persona contribuye a los objetivos generales de la organización. El cerebro busca significado y coherencia. Cuando las personas entienden el “para qué” detrás de su trabajo, se activa la corteza prefrontal.
  6. Fomenta las interacciones sociales positivas Organiza actividades de “team building” y fomenta un ambiente donde los miembros del equipo se apoyen mutuamente. Las interacciones sociales positivas liberan oxitocina y endorfinas, que reducen el estrés y promueven la colaboración.
  7. Proporciona retroalimentación específica Ofrece comentarios claros y enfocados en comportamientos específicos. Da retroalimentación tanto positiva como constructiva. La retroalimentación activa la liberación de dopamina cuando se percibe como una oportunidad de crecimiento.
  8. Reduce el estrés crónico y promueve el bienestar Fomenta pausas activas, horarios flexibles y prácticas de mindfulness para reducir el estrés en el equipo. El estrés crónico eleva el cortisol, lo que afecta negativamente la salud mental, la memoria y la toma de decisiones.
  9. Celebra los éxitos y pequeños logros Reconoce y celebra los avances del equipo y cada individuo. Celebrar logros, incluso pequeños, activa el sistema de recompensa del cerebro.
  10. Modela comportamientos positivos y empáticos Sé un modelo de empatía, resiliencia y actitud positiva. Las neuronas espejo hacen que las personas imiten las emociones y comportamientos de quienes las rodean.
  11. Fomenta la curiosidad y el aprendizaje continuo Incentiva la exploración de ideas nuevas y el desarrollo de habilidades en tu equipo. La curiosidad activa el sistema dopaminérgico y promueve la neuroplasticidad.
  12. Diseña tareas que generen “flow” Asigna tareas alineadas con las habilidades de cada integrante, que también los reten. El estado de flow mejora concentración, creatividad y satisfacción.
  13. Utiliza el poder de las historias Comunica visiones, metas y valores a través de historias inspiradoras. Las historias activan múltiples áreas del cerebro, haciendo la información más memorable.
  14. Fomenta la diversidad cognitiva Reúne gente con habilidades y perspectivas diferentes. La diversidad cognitiva mejora la innovación y la resolución de problemas.
  15. Promueve la gratitud y el reconocimiento público Crea rituales de gratitud como reuniones o notas de agradecimiento. La gratitud libera dopamina y serotonina y fortalece los lazos sociales.
  16. Gestiona las emociones propias y las del equipo Desarrolla inteligencia emocional y fomenta la autorregulación emocional en el equipo. Las emociones se contagian, y un líder emocionalmente inteligente mejora el clima grupal.
  17. Fomenta la actividad física y el movimiento Promueve pausas activas, caminatas o espacios que permitan moverse. El ejercicio libera BDNF y reduce el cortisol, favoreciendo la salud y la claridad mental.
Definitivamente hay muchas más cosas que se pueden hacer siguiendo nuestra forma natural de comportarnos. ¿Cuáles has utilizado?